El Eje Prado-Recoletos se ha convertido en el próximo objetivo del alcalde de Madrid, recién estrenada la remodelación de la Plaza de España. «El siguiente gran reto es reflexionar y proyectar su reforma», ha manifestado José Luis Martínez-Almeida. Una intervención, ha apuntado, «que permita estar a la altura de su calificación de Patrimonio Mundial». El Alcalde de Madrid retoma el objetivo de dignificar una de las principales arterias de circulación de la ciudad. Icomos, órgano asesor de la UNESCO, ya advirtió a la capital que la contaminación atmosférica que se genera en este entorno suponía el factor que más amenazaba el buen término de la candidatura del Paisaje de la Luz a incluirse en la lista de Patrimonio Mundial.
La operación se planteó por primera vez en la legislatura de Álvarez del Manzano. En 2002, se convocó un concurso de ideas para reordenar el Paseo del Prado eliminando carriles al vehículo privado para reducir el tráfico un 30%. El plan incluyó, además, una polémica tala de árboles que recibió un férreo rechazo social. Ya en 2010, con Alberto Ruiz Gallardón al mando, se intentó dar un nuevo impulso a esta iniciativa con otra propuesta diferente, pero tampoco cuajó. Ahora, Almeida resucita este propósito, aunque no aporta detalles de cómo se abordará. que sí parece claro es que deberá tener en cuenta las directrices que marque la Unesco.
La Unesco otorgó el título de Patrimonio Mundial al Eje Prado-Retiro el pasado mes de julio en la categoría de Paisaje Cultural. Madrid dejó de ser la única gran capital europea sin tal distinción, uniéndose a otros monumentos y espacio naturales de la región que ya habían sido honrados con este reconocimiento. Algunos de ellos son el Monasterio del Escorial, la Universidad y el casco histórico de Alcalá de Henares, y el paisaje cultural de Aranjuez.