Victoria de los blancos ante el Monbus Obradoiro en el que destacó la figura del joven pívot.
El Zalgiris había incidido enormemente en los defectos de un Real Madrid que estaban siendo tapados por las canastas épicas. El Obraidoiro no solo quería birlar una posible factura, sino que deseaba hurgar más en la herida.
Es cierto que contaba con la baja de Vasileiadis, pero Kravic se puso el mono de trabajo marcando a la perfección a Tavares y a un desafortunado Mickey.
La intensidad de los chicos de Moncho Hernández y la falta de acierto del Real Madrid dejaban un parcial de 26-17 en contra de los líderes del Campeonato.
En ese momento, la bulla de un Pablo Laso enfurecido hizo mella y la maquinaria comenzó a carburar. Laprovittola comenzó a sacar su acierto de cara al triple y la defensa dio un paso al frente.
Sin embargo, la diferencia la marcó el novato Garuba. Se convirtió en el primer menor de edad en rebasar los trece rebotes en un encuentro oficial que posteriormente resultaron decisivos para lograr el éxito deseado.
Aprovechó al máximo los 29 minutos que le dio Laso puesto que Salah Mejri estaba lesionado, Tavares vivía al filo de la expulsión por exceso de faltas y Jordan Mickey no anduvo fino. De este modo, las precodidades de Ricky Rubio y Luca Dondic se han quedado a la altura del betún.
Sin embargo, la estocada definitiva la dio el dúo de oro: Llull y Rudy. Aunque aún no han llegado a su pico de forma porque jugaron hace un mes el Mundial, siguen mostrándose decisivos para el equipo.
Pusieron un parcial de 12-0 que cerró el pundonor del equipo gallego, silenciando el Fontes de Sar. Ahora toca silenciar coliseos europeos para afianzarse en el liderato de la Euroliga.