El Hospital Gregorio Marañón es el primero del mundo en usar planificación virtual individualizada.
Además de un triple sistema de guiado intraoperatorio para el tratamiento quirúrgico de malformaciones craneales y orbitarias en niños menores de un año afectados por craneosinostosis, un defecto congénito que afecta a uno de cada 2.000 niños que puede impedir el correcto crecimiento y desarrollo del cerebro.
Venimos al mundo con un cráneo que contiene suturas craneales para permitir su deformación durante el alumbramiento (y que sea algo más fácil atravesar el canal del parto) y, además, el crecimiento del cerebro, que se expande hasta alcanzar cuatro veces su volumen durante el primer año de vida del bebé. En algunos casos, esas suturas se fusionan antes de tiempo y el cerebro trata de compensar ese espacio, lo que puede dar lugar a deformidades en el cráneo y en la cara e, incluso, problemas neurológicos en algunos casos. La solución para estos bebés es la cirugía.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha asistido hoy a la presentación de esta novedosa tecnología de navegación quirúrgica, que ya se ha usado en siete pacientes, y que permite una mayor precisión y repetibilidad en las cirugías de corrección de la malformación en estos menores y asegura resultados óptimos. Ha sido desarrollado por los ingenieros del Departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Carlos III de Madrid en colaboración con el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial y el Servicio de Neurocirugía del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Pasos de la cirugía
La craneosinostosis consiste en la fusión prematura de una o varias suturas del cráneo, generando malformaciones craneales y asimetría de la cara del bebé. Estas malformaciones pueden ocasionar un aumento de la presión intracraneal impidiendo el correcto crecimiento y desarrollo del cerebro. En estos casos, la intervención quirúrgica es necesaria para poder normalizar la morfología craneal y de la región orbitaria de los pacientes, evitando problemas durante el crecimiento posterior.
La cirugía para el tratamiento de la craneosinostosis consiste en: cortar el tejido óseo afectado, remodelarlo a la forma más apropiada y volverlo a colocar en el paciente en la posición adecuada. La precisión en la remodelación y en la colocación del hueso es muy importante. Pequeñas variaciones pueden afectar negativamente al resultado funcional y estético del paciente. En palabras de Santiago Ochandiano, cirujano maxilofacial del hospital Gregorio Marañón, «con la realidad aumentada los cirujanos tienen en el quirófano valiosa información que permite reducir los tiempos y aumentar la precisión».
Hasta hace solo cinco años, este procedimiento se basaba en la valoración subjetiva de los cirujanos. Teniendo en cuenta su experiencia previa y solo contaban en quirófano con una regla estéril para tratar de ser precisos. Tras años trabajando en este proyecto, los investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón y de la Universidad Carlos III de Madrid han conseguido desarrollar un flujo de trabajo basado en planificación preoperatoria virtual a la medida en cada paciente y la tecnología de navegación quirúrgica para objetivar el procedimiento quirúrgico.
Máxima precisión
El triple sistema de guiado, que combina la navegación quirúrgica, fotografía tridimensional y realidad aumentada, sirve para conocer la posición de los fragmentos óseos con una precisión milimétrica en cualquier momento de la reconstrucción quirúrgica. Con la fotografía tridimensional, se reconstruye el cráneo del bebé y se puede conocer cualquier variación antes, durante y después de la intervención.
Tras una planificación personalizada de la cirugía, un programa desarrollado por David García Mato, bioingeniero de la Universidad Carlos III, permite en 30 segundos diseñar la cirugía. La planificación previa se traslada al quirófano a través de guías de corte y plantillas de remodelado, de manera que se extrae el hueso y se remodela adaptándolo a estas guías.
Además, integra la visualización con realidad aumentada, que posibilita superponer la imagen virtual de la planificación en el campo quirúrgico para que los cirujanos puedan comprobar la posición de los fragmentos de hueso gracias a la navegación quirúrgica. Con ella, facilita al equipo de profesionales asegurar unos buenos resultados estéticos y funcionales para los pacientes.
El sistema de doble registro permite navegar a los niños moviendo la cabeza «sin clavarles nada en la cabeza», según Ochandiano. Ya que sus huesos son finos y frágiles y no se les puede anclar un sistema de registro y rastreo tradicional. Por ello, han desarrollado un sistema a partir de un software con un captador óptico que informa en milímetros del error que estamos cometiendo.
Éxito en siete pacientes
Esta nueva tecnología ha sido utilizada ya en un total de siete pacientes, obteniendo óptimos resultados quirúrgicos en todos ellos. De acuerdo con los investigadores de este proyecto, su integración en la práctica clínica permitirá una mayor precisión y repetibilidad en las cirugías de corrección de la craneosinostosis de los bebés. Además, se reducirá la dependencia en la experiencia y valoración subjetiva de los cirujanos durante el procedimiento.
Actualmente, la Universidad Carlos III de Madrid y el Hospital General Universitario Gregorio Marañón están colaborando con investigadores del Children’s National Medical Center de Estados Unidos para introducir nuevos avances en la planificación y el tratamiento de la craneosinostosis.
Este sistema de navegación y guiado quirúrgico convierte al Hospital General Universitario Gregorio Marañón en un referente internacional en innovación tecnológica y en la aplicación de resultados de investigación a la práctica clínica diaria.
Por su parte, el gerente del Marañón, Joseba Barroeta, ha afirmado que se trata de «un gran paso que consolida la trayectoria del hospital como referente mundial».