Cataluña impone nuevas restricciones tras observar un notable aumento de casos desde el Puente de la Constitución. Este lunes el Govern expresaba su preocupación por las cifras aportadas durante estas Navidades y anunciaba nuevas medidas.
La Comunitat establecerá un confinamiento municipal de 10 días a partir del 7 de enero. Durante este periodo que da comienzo tras el día de Reyes, quedan prohibidas las visitas a familiares y los desplazamientos a segunda residencia. Los centros comerciales y os comercios de más de 400 metros permanecerán cerrados. El resto podrán continuar con su actividad habitual, excepto los fines de semana, que solo permanecerán abiertos los de carácter esencial.
Los colegios abrirán sus puertas el 11 de enero, sin embargo, el ocio infantil y las actividades extraescolares quedan suspendidas a no ser que se realicen en gruos burbuja. Las actividades deportivas por su parte, solo podrán realizarse al aire libre y los gimnasios deben cerrar. La restauración y la cultura mantienen las restricciones aplicadas al inicio de las Navidades. Aforos del 30 y 50% respectivamente y horarios reducidos.
De esta manera, las medidas de todo el territorio catalán quedan unificadas. Los expertos, epidemiólogos y personal sanitario, celebran la llegada de estas medidas aunque reprochan que llegan tarde. Muchos de ellos, pronostican una grave situación para finales de enero, dado que estas medidas no fueron tomadas antes del comienzo de las fiestas y sus correspondientes reuniones familiares.
La consellera de Salut, Alba Vergés ha comunicado que el personal sanitario comenzará a ser vacunado al mismo ritmo que las residencias. El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, por su parte, ha trasladado su preocupación por el aumento de hospitalizaciones que confía que disminuyan gracias a las nuevas restricciones. Además, ha descartado que se haya detectado ningún caso de la variante de Reino Unido, aunque cree que es cuestión de tiempo que llegue a Cataluña.