Aumenta la depresión postvacacional en España al regreso a la rutina del trabajo
Adiós verano, vuelta a la rutina. Nos encontramos llegando al ecuador del mes de agosto, último mes de vacaciones para las familias con niños o jóvenes en casa. Es entonces el momento de aprovechar estos últimos días al máximo antes de que se acaben y llegue entonces el momento de depresión o estrés postvacacional.
¿Qué es el síndrome postvacacional? Las personas que tienden a frustrarse muy rápidamente y que no disfrutan de su trabajo porque les parece desagradable, agotador o simplemente, no aguantan a sus jefes, cuando se les acaba el momento de descanso y regresan a la rutina sufren estos problemas. Su resistencia es muy baja, entonces deben acudir inmediatamente a un psicólogo. En la capital española es donde mayor porcentaje de estrés postvacacional hay y por lo tanto, donde mayor demanda hay de psicólogos Madrid centro.
El síndrome es un trastorno adaptivo que principalmente llega cuando más extensas son nuestras vacaciones y la persona afectada no es capaz de responder al número tal alto de demandas que supone regresar a su vida laboral.
Dependiendo de la intensidad en la que cada persona vive este tipo de trastorno adaptivo, sus síntomas se manifiestan de una forma o de otras. Por lo general, el síndrome postvacacional se encuentra caracterizado siguiendo los síntomas del estrés o ansiedad. Bajo estado de ánimo, apatía, ansiedad, falta de energía, sensación de hastío o percepción de no ser capaz de adaptarse al entorno.
Es importante que cuando acudamos a intentar recuperarnos en un psicólogo no seamos mentirosos. Es habitual el mentiroso compulsivo enfermedad y esto no beneficia en nada para conseguir recuperarnos.
El síndrome postvacacional suele durar entre dos y tres semanas aproximadamente, dependiendo cada persona. Las recomendaciones más importantes para no sufrir ninguno de sus efectos ni otros secundarios como puede ser la sertralina efectos son principalmente la de no volver de las vacaciones justo el día anterior al retorno al trabajo sino varios días antes.
No podemos dejar de lado el ejercicio físico ni la alimentación. Debemos en nuestro proceso de recuperación levantarnos siempre antes de ir a trabajar, desayunar saludablemente y sin muchas prisas acudir al trabajo. Siempre, actividades que no nos agoten en los primeros días y evitando en la medida de lo posible los momentos de estrés del trabajo. El llevarse el trabajo a casa sería un error importante que cometeríamos en nuestra recuperación junto con no dormir las ocho horas que se recomiendan cada noche para estar cargados de energía y relajar los pensamientos catastrofistas o ideas irracionales.
En definitiva, dejamos atrás el verano para volver al trabajo. Regresamos a la rutina con las pilas cargadas pero sin agobiarnos para no estar deseando desde el primer día un regreso a las vacaciones. Disfrutemos de lo que hacemos en el trabajo para no caer enfermos y si tenemos problemas, no dudemos en confiar en los expertos que nos ayudarán a recuperarnos lo antes posible cuando más lo necesitemos. Superemos los obstáculos y convirtamos nuestra vida en una vida de felicidad, ilusión y optimista que lucha diariamente.
