Debido a la subida de la luz y el gas, actualmente el aislamiento térmico es uno de los puntos más importantes en una vivienda. No solo es clave debido al dinero que podemos ahorrarnos sino también por los puntos positivos que tiene el tener una vivienda eficiente con respecto al medio ambiente.
Actualmente, el 99% de las viviendas en España tienen perdidas de calor innecesarias debido al mal aislamiento térmico de estas. Aislar térmicamente una vivienda, como hacen en recubrimientosdekker.es consiste en lograr aumentar su resistencia a las pérdidas de frío o de calor, lo que se consigue incorporando materiales aislantes como una buena instalación de los mismos. España por ejemplo es uno de los países europeos donde se compra mucha energía y eso equivale a más dinero gastado y más emisiones de CO2.
Los beneficios de un adecuado aislamiento térmico son inmensos. El más destacado sin lugar a duda es el gran ahorro de energía que repercute en una casa o un edificio. Un aislamiento adecuado en ventanas, fachadas y cubiertas puede permitirnos ahorrar hasta un 70% de la factura energética.
Lo más común es el aislamiento de las fachadas para mejorar la envolvente del edificio, pero también es necesario adecuar tanto los techos como los suelos, ventanas y puertas con un nivel adecuado de aislamiento evitando los puentes térmicos en las zonas de encuentros entre elementos constructivos.
Gracias al aislante térmico conseguimos garantizar el confort de la vivienda ya que mantiene estable la temperatura interior independientemente de las condiciones exteriores, minimizar la pérdida de calor tal y como hemos explicado anteriormente, aumentar la eficiencia energética del edificio porque los edificios son los responsables de más del 40% de la energía consumida en nuestro país y reducir un 30% los gastos en aclimatación.
No solo ello, un buen aislamiento térmico nos permite reducir la factura energética del usuario/propietario y del país, mejorar el rendimiento de las instalaciones térmicas, ya que el aislamiento evita las pérdidas energéticas en las redes de distribución haciendo que mejore el rendimiento de los equipos con el consiguiente ahorra, mejorar el confort y el bienestar para el usuario: el confort se expresa en una sensación respecto al ambiente, disminuir las emisiones de gases con efecto invernadero (principalmente CO2): las calderas de gas, derivados del petróleo o carbón emiten gases en su combustión (CO2 y otros). También la producción de energía eléctrica lleva asociada emisiones de CO2, eliminar condensaciones y mejorar el aislamiento acústico: por un lado, se eliminan las humedades interiores que suelen conllevar la aparición de moho y, además, se reduce el ruido procedente del exterior o de los propios vecinos o añadir valor al edificio.