El Camino de Santiago es una ruta de varios kilómetros donde el objetivo principal es llegar hasta la Tumba de Santiago el Mayor, en la Catedral de Santiago de Compostela. En el siguiente artículo os damos las claves para hacer el camino con éxito.
Si estás pensando en hacer el Camino de Santiago quizás lo primero que se te venga a la cabeza sea cuál es la mejor época para hacerlo y cuántos Caminos de Santiago hay. En general, la gente suele elegir el mes de julio para llevar a cabo esta experiencia. Sin embargo, es cuando más personas lo hacen, por lo que puede haber mucha más masificación que en otros meses. Así, se recomienda empezar el trayecto también durante la primavera o al final de la temporada de verano, donde el clima es mucho mejor que en pleno julio.
Respecto al camino que elegir, también hay varias opciones. Hay caminos más cortos y otros más largos. Lo que hay que tener en cuenta es que para conseguir la Compostela (que es el documento que certifica que has realizado el camino) hay que realizar como mínimo 100 kilómetros. Los más famosos son el Camino Francés (dividido en cinco etapas) y el Camino Inglés (de cuatro etapas).
Para realizar el Camino de Santiago es necesario llevar algunas cosas, entre las que se incluyen el DNI y la Credencial, que identifica al peregrino y con la que se puede acceder a los albergues. También es recomendable llevar la tarjeta sanitaria. Respecto al teléfono móvil, se puede llevar sin problema, ya que en todos los albergues hay enchufes para cargarlo, aunque hay personas que deciden dejarlo en casa para descansar de las tecnologías.
En cuanto a la ropa, hay que tener en cuenta sobre todo el tipo de calzado que vamos a llevar, ya que los pies son los que van a trabajar más en el viaje. Por ello hay que tener en cuenta la comodidad. Se recomienda el uso de vaselina para evitar ampollas, así como tener a mano una caja de tiritas por si las necesitamos. El resto de la ropa no es tan fundamental, aunque no hay que ir cargados para evitar el mayor peso posible. Sí que es importante llevar varios pares de calcetines.
Por último, lo más habitual es hacer el Camino de Santiago a pie, pero tal vez no sabías que se puede hacer de otras maneras, como en bicicleta o incluso a caballo. Si se realiza en bicicleta se realiza de forma mucho más rápida, pero tienen el inconveniente de los albergues. Y es que, haciendo el camino de esta manera, no tienen preferencia a al hora de quedarse en estos. Además, existe la posibilidad de sufrir un problema con la bicicleta, y puede llegar a resultar complicado arreglarla durante el trayecto y que acabe ralentizándote.
Estas son las nociones básicas para hacer el Camino de Santiago. Así que ya sabes, si lo que necesitas es un tiempo de desconexión y tienes ganas de vivir una experiencia única, apúntate a esta ruta.
