Probablemente nunca lo hayas pensado, pero el cepillado es muy importante por lo que elegir un buen cepillo también lo es. Es interesante tenerlo en cuenta para el cuidado femenino. Tener una herramienta adecuada es fundamental y esta deberá ir en relación el tipo de pelo, que ayudará en todo momento a que pueda desenredarse por ejemplo con mayor facilidad y que este se pueda ver mucho más suelto, sano y con un gran brillo.
El cuidado del pelo como signo de identidad empezó a darse en diversas culturas como por ejemplo la china, la japonesa, la romana, la griega y la africana. En algunos de estas zonas, el corte del pelo se consideraba o se sigue considerando como un acto de humillación. Ya hacía más de 25.000 años, en el Paleolítico aparecían figuras como la Venus de Willendorf con un cabello muy cuidado y adornado.
Por todo ello, el empleo del peine y el cepillo debe ser adecuado. Su uso se remonta a civilizaciones antiguas cuando el ser humano descubrió que tener un pelo cuidado era signo de limpieza diferenciada. Antiguamente los peines eran diseños únicos, realizados a mano, artículos de lujo limitados a la clase social más elevada debido a que requerían un trabajo artesanal en que se incluía la talla y se forjaba un mango de madera o metal. Poco a poco, estos se fueron popularizando hasta el momento actual donde casi toda la población tiene uno en sus hogares.
Los cepillos de madera están de moda. Ellos se encuentran cargados de beneficios. El cepillado con ellos estimula la circulación sanguínea mejorando el aporte de oxígeno y la absorción de nutrientes que fortalecen la raíz del pelo. Los cepillos de madera son más suaves y duraderos si los comparamos con aquellos de plásticos. Estos son más anchos y están más separados por ello evita que el pelo se rompa. Además, a diferencia de ls cepillos de metal o de plástico eliminan la electricidad estática consiguiendo un acabado mucho más suave y controlando el encrespamiento.
Los cepillos de madera son perfectos para estimular y masajear el cabello, permitiendo que los nutrientes lleguen al folículo piloso, promoviendo así el crecimiento. Estos regulan la grasa gracias a sus puntas distribuyendo el sebo del pelo desde la raíz hasta las puntas por lo que existe un equilibrio de la grasa. Además, estos previenen la caída del pelo, suaviza, aporta brillo y evita tanto la caspa como los picores.
Normalmente el pelo es cepillado por todas las personas muy rápido, sin secárnoslo correctamente en ocasiones. Por ello también deberemos seguir una serie de medidas para protegérnoslo. Estos consejos empiezan por cepillar el pelo siempre en la misma dirección, hacia abajo y empezando por las puntas. Al menos se deberá cepillar el pelo dos veces al día, una por la mañana y otra antes de acostarse. El cepillado deberá ser en seco y el cepillado deberá ser lento, masajeando el cuerpo cabelludo.