Nos preguntamos, ¿Cómo podemos conseguir dinero para poder afrontar un gasto improvisado? ¿Y para comprarnos un nuevo coche? Existen varias formas, pero la más utilizada actualmente por los españoles es la de pedir un préstamo que sea concedido con una gran rapidez.
Cuando tenemos una urgencia no podemos esperar una gran cantidad de días para comprar por ejemplo la caldera que se nos rompió, el aire acondicionado o la televisión que nos entretiene en nuestro día a día. Los préstamos rápidos nos ayudan a tener liquidez en cuestión de minutos y hacer frente a estos gastos que podemos llegar a tener y nos ayudan a salir de manera beneficiosa del paso. Pedir un préstamo no tiene por qué darnos vergüenza, no es síntoma de estar en una mala situación financiera sino que es a veces es necesario para no ahogarnos y descuadrar las cuentas que llevamos planificadas del día a día.
¿En qué consiste un préstamo? La persona que necesita dinero, acude a una entidad financiera como un banco o una empresa online para solicitar una cantidad determinada de dinero. Al ser un préstamo rápido, no suelen ser cantidades que superan los más de 6.000 euros. El prestamista nos dará la cantidad solicitada siempre y cuando cumplamos las condiciones que está empresa estipule y el cliente a cambio tendrá la obligación de devolver ese capital con unos intereses anteriormente pactados en unas cuotas mensuales.
La principal ventaja que tiene los préstamos rápidos es que se puede conseguir acceder fácilmente a dinero para comprar el producto que necesitamos cuando lo necesitamos. No solo eso, también nos puede servir para pagarnos una formación académica de golpe que en un futuro nos permita tener un trabajo que nos repercuta a final de mes una gran cantidad de económica.
En los préstamos rápidos no se suele comprometer ningún bien en particular por lo que el proceso es mucho más rápido que cualquier préstamo de una hipoteca que puede otorgarnos un banco como puede ser el Santander o Bankia mismamente. Además, el pazo de devolución de esté préstamo es acordado con la entidad financiera de acuerdo a la mayor comodidad del cliente en relación a la situación financiera en la que se encuentra cuando solicita el dinero.
Las distintas entidades financieras encargadas de ofrecer este servicio, también ofrecen otros que pueden ser contratados y servir para mejorar la bonificación en el tipo de interés cuando se decide contratar el préstamo rápido. A veces puede llegar a ser interesante contratarlo para ahorrarnos unos cuantos euros y por eso, antes de contratar o solicitar nada debemos siempre valorarlo todo.
Destacar como bien hemos comentado anteriormente que por “norma” habitual el único requisito para solicitar un préstamo rápido es necesario entregar una nómina que garantice cuanto cobramos mensualmente, el resguardo de una ayuda por parte de la Seguridad Social como puede ser el pago por desempleo o una pensión como puede ser la de viudedad o la de jubilación. En 48 horas podemos llegar a tener nuestro dinero ingresado en nuestra cuenta bancaria para gastarlo de forma inmediata en lo que deseemos y sin que nos lo pregunte la propia entidad.
