Estas instalaciones servirán como primer filtro para repartir “voluntariamente” a los refugiados entre los países miembros
En el mismo mes en el que Europa ha acogido a los inmigrantes de los dos barcos rescatados en el Mediterráneo, los líderes de los principales países europeos han iniciado conversaciones para distribuirlos entre las naciones que así lo consideren. Esta misma madrugada se llegó a un acuerdo por el cual se van a crear centros “controlados” para migrantes de los países miembros.
Esta decisión llega tras el rescate del Aquarius, barco con 629 personas a bordo al que fue negado el desembarco en Italia y Malta, y que finalmente llegó a Valencia, y del Lifeline, navío que desembarcó en Malta con 230 inmigrantes. Ocho países ya han ratificado que acogerán a estos últimos.
Tras la reunión, se ha determinado que una vez los inmigrantes (rescatados del mar) lleguen a territorio europeo, se les ingresará en estos centros hasta que se decida si otorgarles el estatus de protegidos o no. Una vez tomada la decisión, se les reubicará entre los países miembros que se hayan ofrecido a acogerlos. En relación a países ajenos a la Unión, los líderes destacan que los centros deben seguir el Derecho Internacional a la vez que eluden el efecto llamada tan comentado últimamente.
El porvenir de estos inmigrantes está amparado bajo el Derecho Internacional, que estipula que las personas que hayan salvadas del mar deben gozar de atención y del esfuerzo común a la hora de ser trasladados a centros “controlados” donde se les distingue entre migrantes irregulares y refugiados. Así, mientras los primeros serán considerados inmigrantes económicos y devueltos a sus países de origen, los segundos podrán permanecer en cualquiera de los veintiocho países de la Unión.
Las reacciones de los diferentes países
En el mismo camino del acuerdo, Pedro Sánchez ha negado que se vayan a construir nuevos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) en España, sino que se harían reformas en sus instalaciones. Además, el nuevo presidente del Gobierno ha insistido en que si bien “no es el mejor acuerdo”, percibe las ayudas financieras como una buena noticia, puesto que estas irán, en su mayor parte, a Marruecos y España, países que actúan como receptores y de paso.
Por su lado, Giussepe Conte, primer ministro italiano, convalida el resultado de la reunión tras haber estado vetando otros acuerdos con la intención de alcanzar una decisión final en materia migratoria. “Italia ya no está sola. El primer punto de las conclusiones afirma que quien llega a Italia llega a Europa”, ha salido diciendo.
Por otro lado, Emmanuel Macron, presidente de Francia, considera que el acuerdo va a conseguir una mejor protección de las fronteras y un refuerzo de las normas de acogida.
