Entrevistamos a María José Sánchez Rubio, consejera de Igualdad y Políticas sociales de la Junta de Andalucía. María José Sánchez Rubio, nacida en 1954 en Casarabonela (Málaga), es licenciada en Psicología y diplomada en Trabajo Social y Gerontología. La consejera también fue concejala en el Ayuntamiento de Granada y diputada socialista en el Congreso. Fue portavoz de la Comisión de las Políticas Integrales para la Discapacidad y portavoz adjunta de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo.
¿Qué le llevó como feminista a empezar en política?
R: El feminismo es una actitud en la vida. El feminismo es la creencia profunda de que hombres y mujeres somos iguales y que hay que luchar para que eso sea finalmente una realidad. Ese compromiso hace que tú, estés donde estés, en la vida personal y política lo lleves siempre.
En los últimos meses se ha puesto sobre la mesa el debate sobre la abolición de la prostitución, de la que el propio gobierno y Susana Díaz se muestran partidarios. ¿Comparte usted esta postura? ¿Qué medidas se pueden tomar al respecto?
R: Bajo ningún concepto se puede legalizar la esclavitud y el negocio sobre el cuerpo de las mujeres. Creo profundamente que la abolición de la esclavitud es algo a lo que hay que tender.
Usted ha desempeñado varios cargos en la Administración Pública, ¿Ha sentido realmente el techo de cristal en política?
R: Todas las mujeres que hemos trabajado en distintos ámbitos de la Administración, o no Administración, hemos tenido techo de cristal. Los techos de cristal se rompen, y en política también.
Se ha aprobado en el Parlamento andaluz una ley de Igualdad que establece un mayor control sobre los actos que puedan fomentar o justificar la violencia machista o la prostitución. ¿Cree que puede darse un retroceso en la libertad de expresión?
R: La libertad de expresión tiene el límite que son los derechos humanos y los derechos de las mujeres. Si tú en una actividad estás promoviendo actitudes como puedan ser la prostitución o la trata, necesariamente tiene que controlarse.
Ayer murió la exministra de Cultura de Felipe González, Carmen Alborch, una reconocida feminista que apostaba por “adoptar el feminismo como Patrimonio de la Humanidad”. ¿Somos más feministas ahora que antes?
R: El feminismo tiene muchísimos siglos de historia. Precisamente muchas mujeres se han dejado la vida en la defensa del feminismo. La pérdida de Carmen Alborch ha sido una gran pérdida, que nos deja sus escritos, sus recuerdos y sus reflexiones, y su compromiso. Compartí con ella anhelos, ilusiones y compartí con ella feminismo.
Vemos diariamente un mayor sentido crítico en las nuevas generaciones con las actitudes machistas incluso con el propio lenguaje, ¿Cree que es positivo esta revisión de lo cotidiano o es algo excesivo?
R: No es excesivo en absoluto. Creo que lo que se tiene que incorporar con normalidad es que cuando se hable incluyamos a los hombres y a las mujeres en nuestro lenguaje. Debe hacerse extensivo incluso a la Real Academia de la Lengua.
¿Qué significó la huelga del 8M o movimientos como el Metoo, o Cuéntalo para usted?
R: La huelga del 8-M fue un movimiento de decir “basta ya”. Las mujeres estamos al límite y no vamos a permitir ni la desigualdad ni que nos sigan matando. Creo que eso ha sido muy importante porque siempre ha habido un antes y un después del 8-M de 2018. Todos los movimientos que antes ha habido han sido importantes, pero este ha sido muy importante. También hay que reconocer el papel de las periodistas para que se concienciara la sociedad.
¿Cree que la mujer ha cambiado a raíz del empuje del movimiento feminista?
R: Se lleva mucho tiempo trabajando en materia de igualdad. Pero creo sobre todo que lo que ha tenido de importante el 8 de marzo ha sido la incorporación de las mujeres jóvenes al feminismo. Eso ha sido algo radical. Ver las manifestaciones llenas de chicos y chicas jóvenes ha sido importantísimo.
¿Qué consejo les da a las jóvenes de hoy en día?
R: La formación debe permitir que se tome conciencia, y que una vez que se detecte -la violencia de género- se diga “basta ya”, y se salga de ese entorno. Que no se consienta bajo ningún concepto que ni tu pareja, ni nadie del entorno de tu familia, ni ningún compañero de instituto ni te maltrate, ni te trate con desigualdad, ni te trate de manera vejatoria. Hay que cortarlo inmediatamente porque sino lo cortas, entras en una trampa de la que después va a ser muy difícil salir.
Hoy mismo hemos conocido la expulsión del ejército del integrante de “La Manada” por abusos sexuales. ¿Cree que hay sectores de la sociedad más discriminatorios que otros?
R: No. Yo creo que el machismo tiene mucho que ver con las personas. Hay profesiones que están más masculinizadas que otras, y puede haber un machismo mayor. Pero no lo diría yo así: son actitudes de las personas.
¿Cuál es la posición del PSOE-A con respecto a la gestación subrogada?
R: No se puede comerciar con el cuerpo de las mujeres.
