Tras menos una semana de su operación, Jorge Martín hizo lo impensable y subió al podio de Moto3 en el Red Bull Ring, en el Gran Premio de Austria.
En el Gran Premio de la República Checa, en el circuito de Brno, nadie pensaba que Jorge Martín podría llegar a Austria. Tras su caída, en la que necesitó operarse del radio, tenía una sola semana para poder competir en el circuito del Red Bull Ring, en el que la exigencia no sería tan alta como en otros trazados, pero sí que la mano dañada iba a sufrir en las rectas y curvas cerradas del circuito austríaco.
Sin embargo, el corredor madrileño sorprendió a todo el mundo. Incluso a sus mayores apoyos, como demostró Aleix Espargaró, realmente asombrado con el trabajo realizado por su amigo a lo largo de todo el fin de semana en el anteriormente conocido como A1 Ring, y que pasó a manos de Red Bull y que hizo regresar al Mundial de Motociclismo en el año 2016, y es una de las mayores hazañas vistas en el Campeonato.
Paso a paso en los entrenamientos
Consciente de que no podía forzar, tras la operación, Martín dio pocas vueltas en los entrenamientos libre. El de San Sebastián de los Reyes fue sintiéndose mejor a medida que avanzaban las horas y los días en el país centroeuropeo, y uno de los mejores momentos de todo el fin de semana de carreras fue en los cronometrados, en los que comenzó la sorpresa de Martín.
78 milésimas. Esa fue la mínima distancia a la que se quedó Jorge Martín de la pole position. En la clasificación fue poco a poco, sumando vueltas, kilómetros y mejorando a cada vuelta sus tiempos. Hasta el punto de que se fue posicionando en la primera línea que ya no soltaría en los dos días de carreras en el Red Bull Ring, sorprendiendo a propios y extraños.
Carrera: el salto definitivo
Ya el domingo, cuando compitieron todos de tú a tú, y en una carrera en la que las KTM eran superiores, el de Honda volvió a hacer una heroicidad, como coinciden todos. El madrileño, peleando contra Bezecci, nuevo líder del Mundial, Arenas o Masía, nunca se desenganchó de la pelea por la prueba, lo que pone más en valor todo su trabajo y esfuerzo.
Finalmente, Bastianini llegó al grupo, arrasando a los españoles, y Martín tuvo que pelear hasta el final para alcanzar el tercer cajón. Tras toda una carrera de dolor, pudo dejar atrás a Masiá en una vibrante pelea y consiguió el podio, el mejor premio para alguien que una semana antes estaba en la mesa de operaciones.