El piloto del Repsol Honda, Marc Márquez, llega al Gran Premio de Italia como líder destacado del Mundial, ante una afición que está dolida desde lo que sucedió en Argentina.
El mundial de motociclismo se traslada esta semana a Italia, donde se disputa un nuevo Gran Premio. Esta vez es en el circuito de Mugello, donde llega Marc Márquez como uno de los grandes favoritos a llevarse la carrera. El piloto del Repsol Honda vuelve al trazado transalpino tras su polémica con Valentino Rossi, y se espera un ambiente caldeado.
Márquez no se centra eso y mira en todo lo bueno que puede hacer en uno de los circuitos con más historia del mundial. Tras la victoria destacada en el Gran Premio de Francia, el corredor de Cervera espera seguir reafirmando su liderato en la categoría reina y dejar aún más atrás a todos sus rivales.
Satisfecho pero prudente
«Está bien ir a Mugello con una ventaja en el campeonato, pero todavía estamos en la primera fase de la temporada y todo está muy tibio, así que tenemos que mantener nuestros pies en la tierra«, afirmó Márquez en declaraciones facilitadas por su equipo.
«Tuvimos un test en Mugello antes del Gran Premio de Francia y fuimos capaces de ser rápidos y muy consistentes. Por supuesto, eso es bueno, pero siempre tienes que esperar en qué situación estás cuando comienzas a trabajar para la carrera«.
Analítico con el fin de semana
«Siempre hay preguntas en torno a los neumáticos, al setup, las temperaturas y todo eso. Posiblemente, las condiciones serán más calientes este fin de semana que cuando fuimos a hacer los tests, así que nos mantendremos concentrados para intentar manejar bien las subidas y bajadas de la preparación de una carrera».
De esta forma, Márquez, que saca al segundo clasificado, Maverick Viñales, 36 puntos, espera poder obtener un buen resultado en una carrera hostil, especialmente por los aficionados a Rossi, que aún no le perdonan lo sucedido en Argentina.