Llega el primer gran premio de la temporada y como el año pasado volvemos a encender la máquina del tiempo. La dejábamos el pasado año en el garaje cubierta con una lona para evitar que el polvo la estropease y parece que está perfectamente para llevarnos este año a todo lo ocurrido durante 2017. Ponemos Albert Park, Melbourne, Australia en los mandos y nos vamos
Nuevo comienzo, esperanzas renovadas
La caravana del mundial hace su primera parada como cada año en los últimos tiempos en la tierra de los canguros, los koalas y los aborígenes. Australia recibía la nueva temporada con su característica calidez que se incrementaba aquellos días con el calor de los numerosos aficionados que se acercaban atraídos por la luz del ‘Gran Circo’.
Tras los test invernales veíamos que Mercedes era el rival a batir, pero con el cambio de normativa que había traído monoplazas totalmente nuevos equipos como Ferrari o Red Bull podían presentar batalla. En la parte media se esperaba muchísima lucha, pero parecía que los pilotos españoles tendrían que pelear contra viento y marea para entrar en esa batalla.
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El invierno arrojaba una temporada muy dura para los de Woking porque el propulsor Honda no daba la talla ni en rendimiento ni en fiabilidad, y Carlos Sainz repetía a los mandos de un Toro Rosso que pelearía por las últimas posiciones de puntos.
Llegaban nuevos pilotos como Lance Stroll y pilotos que parecían que se iban se daban otra oportunidad dentro de un monoplaza como hizo el brasileño, Felipe Massa. Pese a las diferencias de edad, experiencia y equipos todos los pilotos tienen la misma ilusión por que se apague el semáforo y brindar el mejor espectáculo posible sobre el difícil trazado urbano de Albert Park.
Fuego real
Tras las probaturas del invierno y las jornadas de libres, llegaba el momento de verdad, el momento de poner todas las cartas bocarriba sobre la mesa y ver quien de verdad había hecho el mejor desarrollo en invierno. Tenía lugar la primera sesión de clasificación de la temporada.
En la parte alta de la parrilla la vida parecía seguir igual, Hamilton lograba la pole position seguido de Sebastian Vettel. Valtteri Bottas, que había llegado al equipo de la estrella alemana en sustitución de Nico Rosberg, se colocó tercero por delante de su compatriota Kimi Raikkonen que sería cuarto.
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Pero vimos bastantes sorpresas en la tabla, como fue la sexta posición de Romain Grosjean con sus Haas, mientras su compañero de equipo Kevin Magnussen era decimoséptimo. Daniel Ricciardo tenía problemas y tuvo que partir desde la decimoquinta posición y ninguno de los dos Force India conseguía avanzar a la Q3.
Los españoles tuvieron suertes dispares, Carlos Sainz consiguió una meritoria octava plaza, mientras que Fernando Alonso no pasó el corte de la Q2 y partió desde el cajón de la parrilla número 13.
3,2,1… Arrancamos
El domingo, cuando la mayoría de los españoles que seguimos esta disciplina estábamos con el café y la manta pegados a la televisión, arrancaba bajo el sol de Melbourne la temporada 2017 de la Fórmula 1.
Tras casi 2h de gran emoción veíamos varias sorpresas y decepciones en los resultados del Rolex Australian Grand Prix. La mayor de las sorpresas fue la victoria de Sebastian Vettel por delante de Lewis Hamilton que no pudo hacer valer su primera posición la salida. Esta victoria daba rienda suelta al pensamiento del gran público que este año sí que habría un rival para Mercedes.
La parrilla se movió poco más, la mayoría de las posiciones que se ganaron se debieron al gran número de abandonos que vimos: los dos McLaren, los dos Haas, los dos Sauber, Daniel Ricciardo, Jolyon Palmer y Lance Stroll.
La cara positiva para nuestro país fue la de Carlos Sainz que acababa octavo por delante de su compañero Daniil Kvyat, consiguiendo puntos muy valiosos para el mundial.
