Lorenzo, preocupado tras la fea caída de su compañero Pirro, ha analizado el primer día de entrenamientos en el trazado de la Toscana.
Tras finalizar los libres, el primer tema de interés era el estado de Michele Pirro, piloto probador de Ducati. Tras su brutal caída, el piloto ha recuperado la consciencia, noticia que ha tranquilizado al paddock. Lorenzo, compañero de escudería, valoraba lo sucedido: «he visto la caída una vez y no quiero verla más. Espero que no sea nada porque es un amigo. Hemos tenido suerte después de que haya volado tres metros y haya caído. No sabemos qué ha pasado, puede que los frenos no hayan cogido bien y después lo hicieran de golpe».
Zona problemática
«Lo de Pirro sabe mal, da miedo. Es una suerte que haya caído con los pies y no con la cabeza. Parece estar bastante magullado, pero dentro de la gravedad parece que está bien y hay que estar contento por ello», afirmaba Jorge.
«Esa zona ha provocado grandes problemas por los movimientos de la moto que, en un punto, queda suspendida en el aire. Hay que analizarlo bien«, aseguraba el de Ducati.
Poco rendimiento del neumático blando
En cuanto a la jornada ha añadido que «estamos más o menos contentos con los entrenamientos. Ha sido positivo porque tenía ritmo, pero con el neumático blando esperas mejorar medio segundo y no hay manera, otro neumático defectuoso. Sucede muchas veces, parece que los viernes traen neumáticos ya calentados de otros grandes premios y no salen buenos. Eso te despista y mosquea un poco. Espero que las gomas vayan mejor mañana y tengan agarre«.
Por último ha dicho que «las sensaciones son buenas, me he encontrado mejor porque el alerón me da más apoyo. Hoy hubiéramos podido hacer un 47 bajo, pero con la goma blanda no hay agarre«.