La máquina del tiempo esta vez se traslada al GP de Hungría de 2017, donde Sebastian Vettel completaba un fin de semana memorable logrando la pole y la victoria. Los españoles también cosecharon unos grandísimos resultados además de la anécdota de la vuelta rápida de Fernando Alonso. En esta carrera vimos la vuelta de Paul di Resta a bordo del Williams sustituyendo a Felipe Massa
Trazado clásico, resultados diferentes
Nuestra travesía por el espacio y el tiempo hace su parada esta semana en Budapest (Hungría) para recordar lo pasado hace un año en el trazado conocido como el ‘Mónaco sin muros’. Circuito revidado donde las manos del piloto cuentan más, debido a su corto kilometraje las diferencias son mínimas y debido, además a la configuración que presenta hace que podamos ver auténticos carrerones o procesiones que nada tendrían que envidiar a la Madrugá sevillana.
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Como decíamos anteriormente, las manos aquí cuentan más por lo que la superioridad por el motor Mercedes se reduce y hace que equipos como Ferrari, Red Bull e incluso McLaren den un paso al frente dando unas clasificaciones que poco tienen que ver con lo que se suele ver en el transcurso de la temporada. Con estos ingredientes y con la sustitución de Paul di Resta en Williams por problemas de salud de Felipe Massa, empezaban los libres.
El viernes tarde de ‘toros’
La jornada del viernes solo tuvo un equipo y un nombre, Red Bull y Daniel Ricciardo imponían su ley sobre el Hungaroring marcando los mejores tiempos en libres 1 y libres 2. En la primera sesión de libres batía a Kimi Raikkonen con un 1:18:486 dejando al finlandés a más de dos décimas. Por la tarde, en la segunda sesión, era Sebastian Vettel quien mordía el polvo frente al australiano, aunque se situaba más cerca en el crono que su compañero porque se quedaba a poco más de una décima.
Max Verstappen estaba más lejos del ritmo de su compañero, siendo su mejor resultado del viernes, una cuarta plaza que consiguió en los Libres 1. Pese a ello reinaba el optimismo entre los de Milton Keynes que auguraban un gran fin de semana confiando en el chasis que tenían fruto del gurú Adrien Newey.
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Todo al rojo
Como sabemos los libres no tienen porque parecerse a lo que veremos cuando se estén en juego las cosas importantes. Y así ocurrió en este caso, Sebastian Vettel ponía a su Ferrari en lo más alto de la tabla en los Libres 3 y en la clasificación. El alemán se alzaba con la pole por delante de su compañero de equipo por poco más de una décima, por lo que la primera línea de salida sería completamente para los de Maranello, una pole que no lograban desde 2005 en este circuito. Tras ellos las flechas plateadas encabezadas por Valtteri Bottas y ya en tercera fila los Red Bull con un Max Verstappen que sería quinto por delante de Ricciardo.
McLaren daba la sorpresa colando a los dos coches en Q3, siendo Fernando Alonso octavo y teniendo a Stoffel Vandoorne justo en su cola. Aunque ambos pilotos iban a ganar un puesto por la sanción a Nico Hulkenberg que partiría duodécimo. Por su parte, Carlos Sainz también colocaba a su Toro Rosso entre los diez más rápidos de la jornada consiguiendo avanzar una posición por la sanción a Hulkenberg.
Ya en la jornada dominical, los puestos de cabezas se iban a mover muy poco, solo el abandono de Daniel Ricciardo, alteró el orden de salida. Pero aun así la carrera estuvo plagada de emoción porque Vettel tuvo que conducir con la dirección estropeada durante la mayor parte de la carrera con Kimi haciendo de escudero de forma antológica.
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Los españoles completaban una de sus mejores carreras del año porque conseguían escalar hasta la sexta posición en el caso del asturiano y hasta la séptima en el caso del madrileño. Además, en el caso del piloto de McLaren, marcaba la vuelta rápida de la carrera en la vuelta 69 tras poner neumáticos nuevos.
Aquí acababa la primera parte de la temporada y la Fórmula 1, al igual que este año, se marchaba de vacaciones hasta finales de agosto donde los motores volverían a rugir en Spa-Francochamps. Al igual que entonces, guardamos la Máquina del Tiempo hasta Bélgica, solo queda por mi parte desearles que tengan un buen verano y que la Máquina volverá con el rugir de los motores.
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