Mercedes ya tiene los dientes afilados para la apasionante temporada que les espera. La escudería liderada por Toto Wolff y Lewis Hamilton está lista para revalidar los campeonatos del mundo que con tanto esfuerzo han costado conseguir.
Con el W09 esperan que sea el monoplaza de su quinto título consecutivo, lo que supondría uno de los mayores dominios de la historia en la Fórmula 1, alcanzando al Ferrari de principios de siglo.
La escuadra con sede en Brackley sufrió una gran mejora en la segunda mitad de la temporada. A pesar de que en las primeras carreras, fue la Scuderia Ferrari quien dominó los Grandes Premios, en las vacaciones, las evoluciones de las ‘flechas plateadas’ fueron superiores a las de sus rivales. Es por ello que Hamitlton, especialmente, y Bottas se mostraran tan superiores al resto en las última fase de la campaña en el Gran Circo.
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Brutal evolución
Hamilton, de nuevo, fue el gran protagonista dentro de la escudería Mercedes. El británico fue el gran dominador de la temporada con 9 triunfos, 12 primeras posiciones y 11 podios. Bottas, que no tuvo el mismo ritmo que su compañero y tardó más en coger el ritmo al coche, debido a la natural adaptación al mismo, sumó 3 triunfos, 4 ‘poles’ y 13 podios, siendo uno de los habituales en la ceremonia del champán.
Siempre al filo de lo imposible
Los récords son algo ya natural para Mercedes. Toto Wolff ya tiene por costumbre dominar y ver como todos sus pilotos cosechan victorias, podios, primeras posiciones, primeras línea… El director del equipo siempre se muestra satisfecho y confiado de las posibilidades de la escudería que controla con mano de hierro, y con una unidad admirable, que no se consiguió mientras Nico Rosberg estaba, debido al gran duelo de egos existente en los muros de Mercedes.
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Por tanto, viendo los registros de la pretemporada, en la que de nuevo, están siendo líderes, los corredores de la marca germana tienen en sus manos el volver a ser los mejores. Mercedes ha ofrecido el salto más grande de rendimiento en las últimas temporadas, y todos los ojos están puestos en lo que pueden ofrecer de cara al Gran Premio de Australia, el primero de la temporada.
Con todo ello, es el deber tanto de Hamilton, que defiende su corona esta temporada, como de Bottas, al que se le exige dar un paso al frente dentro del equipo, ser de nuevo los mejores. Todos les tienen en la diana, pero ambos deben demostrar que son superiores a toda presión y exigencias que les puedan llegar y que el dominio tiene que seguir vigente en la Fórmula 1, de color plateado.
Por Alex Martín
