El Gobierno va a aprobar unos Presupuestos que son considerados expansivos, pero que tendrá dificultades al mismo tiempo porque coincide con la subida de precios del petróleo
El Banco de España prosigue con su pronóstico de crecimiento del PIB en un 2,7% este año. No obstante, han cambiado las previsiones que se publicaron en marzo de este año. El Gobierno de España aprobará unos Presupuestos que determinan como expansivos y que van a poner en riesgo el cumplimento del objetivo de déficit acordado con Bruselas.
A su vez, los precios del petróleo han subido decisivamente. La Unión Europea muestra ciertos signos de ralentización que afecta a la calidad de las exportaciones españolas, pero el impacto positivo de la política monetaria se regulará de manera moderada. Se recalca que si el impulso fiscal de los Presupuestos va a brindar mayor crecimiento de la economía doméstica, la subida del barril de Brent, que es un tipo de petróleo extraído principalmente del Mar del Norte y es referente para los mercados europeos, se comerá ese efecto, quedando la misma estimación que se preveía en los Presupuestos Generales del Estado de la tasa de crecimiento de 2018: en un 2,7%.
Las expectativas del Banco de España
2019 será el año donde más se va a notar los efectos fiscales de los presupuestos y que contribuirá a la depreciación del tipo de cambio de euro que ayudará a las exportaciones nacionales. Por esa razón, el recientemente nombrado gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aumenta el pronóstico de crecimiento del PIB para el 2019 hasta el 2,4%.
En cambio para el año 2020, tendrá un incremento del PIB de un 2,1%. En todos estos años, la demanda nacional se moderará progresivamente y en el sector exterior contribuirá positivamente. Mientras la tasa de desempleo continuará bajando rápidamente hasta llegar a un 11% a finales del 2020.
Respecto al déficit público, este acabará este año en un 2,7% del PIB, alejado del 2,2% que exigía Europa. Los Presupuestos que van a aprobar el Gobierno vienen con una rebaja del IRPF para las rentas bajas, con subidas de salarios para los funcionarios y mejora de las pensiones.
El Banco de España espera que el consumo se modere por dos razones: por una parte, los hogares tendrán que remendar su tasa de ahorro. Por otra, el crecimiento de las rentas de los hogares se centrará más en la mejora de los salarios y menos en la creación de empleo.