Novak Djokovic obtiene su cuarto Wimbledon tras doblegar con una evidente superiodidad a Kevin Anderson por 6-2, 6-2 y 7-6.
A raíz de su inesperada marcha de Roland Garros, Novak Djokovic llegó a pensar en saltarse la temporada de hierba pero menos mal que finalmente no se atuvo a sus palabras. Ahora, a 16 de julio de 2018, podemos admitir por el bien del tenis que el serbio está de vuelta tras conquistar ayer el torneo de Wimbledon.
Desde los primeros compases de la final, Djokovic demostró que se había preparado bien para la cita y anuló la arma en la que principalmente se sustenta el juego de Anderson que es el saque. Los dos primeros turnos de servicio del jugador sudafricano se convirtieron en sendos breaks para Djokovic que a la postre fueron suficientes para ganar el primer set sin despeinarse.
Durante el transcurso de la segunda manga, el choque siguió pintando mal para Anderson. Su cabeza no respondía a la exigencia del momento, de modo que su número de errores no forzados empezó a aumentar de forma preocupante. De esta forma a Djokovic no le temblaba ni la raqueta ni las piernas y sin necesidad de elevar el nivel se adjudicó claramente el segundo set.
La buena marcha de Djokovic hacia la corona de Wimblendon quedó algo cortada con la llegada del tercer capítulo ya que de forma sorprendente, Anderson pasó a vivir sus mejores momentos del domingo. Sus saques se convirtieron en aces, las bolas que anteriormente mandaba fuera, ahora encontraban las lineas e incluso las subidas a la red se cerraban con voleas ganadoras. Ante esta nueva tesitura, Djokovic tenía que reaccionar y lo hizo con prontitud. Puso una marcha más a su tenis consiguiendo prolongar el set hasta el tie-break y ahí ya no concedió más a su rival. Al final, tras dos horas y 19 minutos de partido, Djokovic selló la victoria que le permite confirmar la salida de su complicada travesía por el desierto.
Con este éxito, el extraordinario jugador balcánico reaparece a partir de este lunes entre los diez primeros del ránking ATP y además da un bocado a su desventaja con los otros monstruos del circuito como son Roger Federer y Rafa Nadal. Por su parte, el tenista mallorquín seguirá disfrutando de la cima de la clasificación con más de 2.000 puntos de renta sobre Federer.