El partido de cuartos de final de Champions se preveía interesante con una afición local muy volcada con su equipo y con una gran cantidad de hinchas visitantes. La gradas del Sánchez Pizjuan se notaba eufórica animando a sus jugadores.
A los 12 minutos de comenzar el encuentro se sentía la tensión en el terreno de juego y Vidal se enzarzó con un par de jugadores sevillistas. En el 14, el colegiado le mostró amarilla a Correa por simular penalti. Las ocasiones se sucedían en ambas porterías aunque finalmente fue el Sevilla el que encontró el camino del gol en el minuto 31 a través de Pablo Sarabia que convertía con su zurda un fantástico centro de Escudero. Los problemas continuaban para el conjunto alemán y Arturo Vidal tuvo que salir sustituido por James en el minuto 35. Pero la mala fortuna se iba a transformar en suerte cuando Jesús Navas toca el balón centrado de Ribery hacia dentro de su portería en el minuto 37 poniendo en el electrónico el 1-1.
En el descanso se sutituyó a Bernat que había sido amonestado en la primera parte con amarilla por el lateral brasileño Rafinha.
De nuevo se estaba produciendo un duro intercambio de golpes con múltiples ocasiones en las dos metas pero esta vez fue Thiago que remató de cabeza un centro perfecto del francés Ribery y que ponía por delante a los bávaros.
En el minuto 77 entró Sandro por Correa. En el 78, Ribery dejó su lugar en el campo para dar entrada a Robben y en el 80 tras un buen tiro de Nzonzi tras un rechace, salió al campo Luis Muriel por Yedder
El recién ingresado Sandro disparó con potencia a la escuadra pero Ultreich logró despejar. En el minuto 84, Muller, vio la amarilla por propiciar un codazo a Escudero y en el 89 fue Pizarro el amonestado antes de que el árbrito del encuentro los diese por concluido.
Como conclusiones mencionar que la grada del Sevilla no decepciona otro partido más, que el conjunto hispalense ha sabido competir aunque se ha topado con un Bayern que ha sabido hacer las cosas bien y ha obtenido una victoria de oro que pone la eliminatoria muy cuesta arriba para los de Montella.
