Inglaterra se dispone a participar en la decimoquinta Copa Mundial de fútbol de su historia con su habitual cartel de incógnita. Lleva ya mucho tiempo constituyendo un combinado en el cual se depositan grandes expectativas antes de los grandes torneos, principalmente debido a ser los inventores del balompié y al gran caché del que goza la Premier League, pero que a la hora de verdad, por unas cosas u otras, no da la talla.
Gareth Southgate se hizo con el puesto de entrenador tras la polémica destitución de Sam Allardyce debido a su relación directa con un presunto caso de corrupción en el fútbol inglés. En un principio, se hablaba de que podía ser un parche temporal, pero su buen quehacer le ha consolidado en el cargo.
En la fase de clasificación para este Mundial de Rusia, Inglaterra quedó encuadrada en el Grupo F, junto a Eslovaquia, Escocia, Eslovenia, Lituania y Malta. A priori, se trataba de un grupo equilibrado en el que no había ninguna selección que supusiese una verdadera amenaza para los ‘Three Lions‘. Y así fue, los ingleses hicieron los deberes con una clasificación prácticamente inmaculada gracias a 8 victorias y 2 empates (frente a Eslovenia y Escocia).
Tras esto, el 1 de diciembre de 2017 se celebró el sorteo del Mundial en el Palacio del Kremlin, en Moscú. Dicho sorteo colocó a Inglaterra en el Grupo G, acompañada de Bélgica, Túnez y Panamá. Todo apunta a un duopolio liderado por las selecciones europeas, quienes se jugarían entre ellas el liderato del grupo. No obstante, la naturaleza impredecible de estas fases finales hace que no se pueda dar nada por sentado. En unos hipotéticos octavos de final, Inglaterra se enfrentaría contra alguno de los componentes del Grupo H, en el que se hallan Colombia, Senegal, Polonia y Japón.
LISTA DE CONVOCADOS:
Porteros: Pickford (Everton), Butland (Stoke City) y Pope (Burnley)
Defensas: Cahill (Chelsea), Jones (Manchester United), Stones (Manchester City), Maguire (Leicester), Walker (Manchester City), Trippier (Tottenham), Alexander-Arnold (Liverpool), Rose (Tottenham) y Ashley Young (Manchester United)
Centrocampistas: Delph (Manchester City), Henderson (Liverpool), Dier (Tottenham), Loftus-Cheek (Crystal Palace), Lingard (Manchester United) y Dele Alli (Tottenham)
Delanteros: Sterling (Manchester City), Rashford (Manchester United), Welbeck (Arsenal), Vardy (Leicester) y Kane (Tottenham)
Una de las principales novedades es la ausencia de Joe Hart. Aunque había participado regularmente en la fase de clasificación, Southgate optó por tres porteros sin casi experiencia en la Selección. «Ha sido una decisión verdaderamente difícil», dijo al respecto. El perpetuo debate de la maldita portería inglesa parece que podría ser zanjado si el joven Pickford, de quien se espera que sea titular, tiene un buen papel próximamente.
En general, se trata de un conjunto bastante joven. La anterior generación dorada de los Gerrard, Lampard, Rooney, Terry y Scholes finalizó con un mal sabor de boca para el mundo del fútbol. A pesar de contar con nombres de entidad, esa hornada de futbolistas se caracterizó por la falta de competitividad y de fortuna en los momentos clave. Por otra parte, el positivo trabajo de cantera de los británicos se ha consumado últimamente con los títulos en la Copa Mundial de fútbol sub-20, el Campeonato Europeo sub-19 y la Copa Mundial de fútbol sub-17, en 2017. Estos resultados son un soplo de aire fresco para la ilusión del fútbol inglés, que espera que, aunque ahora tal vez todavía sea demasiado pronto, en un futuro puedan imponer una potente hegemonía.
Southgate aparenta tener las ideas claras, que no es poco. La numerosa cantidad de defensas convocados empuja a pensar que la formación se construirá a partir de una línea de tres centrales atrás. Por supuesto, los costados los ocuparían carrileros de largo recorrido, una posición ideal para más o menos todos los laterales elegidos, quien saben desempeñar la función del ida y vuelta. El mediocampo debería estar gobernado por uno o dos mediocentros de posicionamiento ordenado y con una incansable capacidad de trabajo, como pueden ser Henderson o Dier. En la zona de tres cuartos de campo es donde se focaliza uno de los mayores conflictos de los ‘Pross‘. Hay una importante nómina de futbolistas cualificados para transitar y explotar espacios, pero un destacable déficit en la generación de esos mismos espacios y la creación de juego. Dele Alli parece el destinado a adquirir mucho peso en ese sentido, posiblemente demasiado para el jugador que es hoy en día. Loftus-Cheek también es tenido en cuenta para ese rol. Rashford, Sterling y Lingard serían los extremos, encargados de desequilibrar y buscar a Harry Kane. Los medios ingleses contemplan la posibilidad de que el ariete del Tottenham esté acompañado por Vardy en ataque, y que tras ellos se estructure un triángulo con dos interiores y el mediocentro con un rol defensivo preeminente por detrás. Lo que resulta cristalino es que Southgate concibe un bloque organizado, vertical y orientado a la rápido elaboración de espacios y finalización de jugadas.
Finalmente, este nuevo capítulo en la historia de la Selección inglesa viene condimentado por el contexto actual de su fútbol nacional. En la última década, el juego preciosista de toque ha ido adentrándose paulatinamente en las entrañas de la Premier League. El hogar del fútbol directo por excelencia ha visto modificada un poco su esencia. Pep Guardiola ha sido una pieza fundamental en este fenómeno. Sin embargo, parece que, en este caso, Inglaterra apelará por su historia antes que por su presente. Como decía Sir Fred Hoyle, «las cosas son como son porque fueron como fueron».
