El Valencia tiene el jueves una de esas oportunidades que pasan pocas veces en la vida. No es otra que llegar a una final de la copa del rey. Los «ches» ya sueñan con una de esas noches mágicas en el templo.
Esas noches con las que sueñas de pequeño
Creo que durante el periodo en el que sigo el fútbol, que viene a ser toda mi vida, me ha servido para darme cuenta de lo que significa realmente el fútbol. El fútbol no son 11 personas frente a 11 personas. Tampoco es empujar una pelota con los piel. El fútbol traspasa fronteras, razas y nacionalidades. El fútbol nos une.
El próximo jueves a las 21:30 el teatro de los sueños de la Avenida Suecia presentará una función muy especial. Una función en la que el miércoles por la noche, todos los valencianistas se irán a dormir con esa ilusión que tenían cuando eran pequeños, esa magia. Una función en la que se espera que ese viejo teatro presente el ambiente de sus mejores noches, como las de antaño, donde el murciélago volaba sin rumbo, con todos los blanquinegros subidos en el. La del jueves es una de esas noches con las que de pequeño te enamoras de la senyera y el «rat penat». Una de esas noches en las que si todo sale bien recordaremos toda nuestra vida.
Un infierno llamado Mestalla
Todo comenzará alrededor de las 19:45 cuando la Avenida sufrirá esa metamorfosis de las que tantas veces les he hablado. Toda la calle gritará junta, para darles el último aliento al equipo para realizar la heroicidad, todos juntos, sin diferencias, sin discusiones, sin debates, desde esa hora todos a una, a por un objetivo, a por el sueño.
Convocatoria de la CN10
Una vez dentro más de lo mismo. Ha pesar de los precios desorbitados de el Sr Anil y sus desaciertos, Mestalla colgará el cartel de no hay billetes. 50.000 almas, 50.000 voces y un partido de fútbol. Por otro lado no hay que engañarse, el partido será muy complicado para el Valencia, pero como dice el tópico, Mestalla marca el 1-0.
10 años sin una final
La última semifinal que ganó el Valencia fue contra el Barça, casualmente con el partido de vuelta en Mestalla. Por entonces la situación del Valencia era muchísimo más complicada que la actual. Y yo me pregunto, ¿Si se pudo entonces porque no se puede ahora?
Creo que en mi vida como valencianista, desde que empecé a ver fútbol haya por el 2009 con 5 años, he vivido pocas alegrías. Pero pensado rápido recuerdo Basilea y Almería. En ambas lloré, en ambas me sentí la persona más feliz del mundo. Por lo tanto nuca he vivido una final, ni un título por supuesto. Pero pase lo que pase el jueves me sentiré orgulloso de mi equipo, porque hay que saber de donde venimos para saber a donde vamos. Pero como reza el cántico: «Pasa el tiempo, pasa la gente, jugadores y presidentes, pero nosotros, siempre presentes, te animamos hasta la muerte.
