El Real Madrid tiene ante sí el conseguir el éxito o el fracaso de la campaña. La Copa de Europa es el único trofeo que puede conseguir dependiendo de ellos. Algo que ya ocurrió hace esta campaña 20 años. Se consiguió la Séptima.
El Real Madrid no ha tenido una campaña sencilla. Las dos Supercopas conseguidas antes del comienzo liguero, dieron unas expectativas que no se han cumplido. Empates que no se esperaban, alguna derrota que sorprendió, el clásico antes del parón que dejó al Barcelona con una distancia importante, la eliminación de Copa del Rey a manos del Leganés… Son algunas muestras de los problemas que se ha encontrado el equipo este año.
Algo que ya vivió el equipo el curso 1997-98. Fabio Capello por aquel entonces salió de la disciplina blanca tras conseguir la Liga el año anterior para volver a entrenar en Italia. Su lugar lo ocupaba Jupp Heynckes. Un entrenador campeón de la Bundesliga dos campañas con el Bayern y que conocía la Liga gracias a su estancia en el Athletic de Bilbao dos años a comienzos de la década y otro bienio en el Tenerife.
Al Athletic salían desde el Bernabéu Alkorta y Lasa. Milla se iría al Valencia, García Calvo al Valladolid y el histórico Paco Buyo se retiraba tras una campaña en blanco. Por su parte llegaban Jaime del Racing, Morientes y Dani del Zaragoza, Contreras del Rayo y Karanka del Athletic. Un fichaje especial fue el de Christian Karembeu, que aunque llegaría en el mercado invernal como Savio Bortolini, ya se había hablado de él como posible fichaje un año antes.
Jaime y Cañizares fueron tal vez los jugadores que marcaron la sorpresa de la campaña. El primero, canterano volvía del Racing tras una cesión como toma de contacto de la máxima competición española. Y a pesar de los nombres que acompañaban en su posición, fue de los futbolistas más usados. En lo que respecta al cancerbero, tuvo mayor número de oportunidades que sus rivales en la posición: Bodo Ilgner y Contreras (éste portero no tendría oportunidades de forma oficial). El mediocampista jugaría 43 partidos de los que saldría desde el once 24. Cañizares por su parte jugaría 34, todos como titular.
El año lo comenzarían de la mejor manera. A pesar de la derrota en la ida por dos a uno ante el Barcelona, conseguirían la Supercopa de España tras endosarle un cuatro a uno al conjunto barcelonista. Y su comienzo en las competiciones no fue para nada malo. Como sucede en esta campaña se pudo ver un equipo antes y después del parón navideño. Antes del parón tan solo hubo 2 derrotas, siete empates en 24 encuentros disputados.
El equipo se encontraba en Liga a cuatro puntos del líder el Barcelona, situándose segundo y con un colchón de siete sobre el tercero, la Real Sociedad. Pero después de Navidad el equipo vio como perdía su lugar tanto en Liga como en Copa. En la competición copera el Alavés les echaba. Y equipos como la Real, el Betis, el Valencia, el Tenerife o el Barcelona, les derrotaban. Y de los 27 encuentros que disputó, tenía nueve derrotas, ocho empates y las restantes fueron victorias. La última la gloriosa final en Amsterdam ante la Juventus de Turín.
Once inicial de la final de Amsterdam en 1998. Fuente: realmadrid.com
Un equipo, el transalpino con futbolistas de la talla de Davids, Pesotto, Montero, Iuliano, Del Piero o el actual míster blanco Zinedine Zidane. El gol de Mijatovic, dedicado a Fernando Sanz, fue el que rompió el empate y permitió hacer historia. Algo que espera hacer, esta vez como tercera consecutiva. Y su próximo rival, es el mismo equipo italiano. Esta vez con Buffon, Chiellini, Pjanic, Dybala, Mandzukic y el ex-blanco Higuaín como grandes nombres del equipo.
Volver a hacer historia. Es la única manera de convertir la campaña que, a priori, se esperaba histórica y que iba hasta la eliminatoria ante el PSG como decepcionante, hacerla histórica. Una última carta la que tiene ‘Zizou‘ y los suyos. Y que seguro el equipo con la afición buscarán conseguir que sea la ganadora.
