Rubén Castro, después de 8 años, se marcha del club verdiblanco y pone rumbo a Canarias donde jugará en Las Palmas.
Rubén, leyenda e ídolo del beticismo, se despide después de ocho temporadas tras rescindir su contrato. El delantero llegó al Betis y en su primera temporada logró ascender al equipo marcando 27 goles. En la siguiente campaña anotó 16 goles siendo el máximo goleador del club, tercero en el trofeo Zarra y nombrado delantero revelación.
En la siguiente temporada, Rubén ayudó al equipo con 16 goles y consiguió dejar al equipo bético como séptimo clasificado y poder así disputar la Europa League al año siguiente.
El Real Betis tuvo que disputar las previas para poder entrar en el bombo europeo. El equipo de Mel doblegó al FK Jablonec por 6-0 en el partido de vuelta y Rubén marcó, certificándose así como su primer gol europeo.
Tras disputar competiciones europeas, el equipo verdiblanco realizó una de sus peores campañas en su historia ya que descendió en última posición. Pero al año siguiente el Real Betis, en Segunda División, ganó el campeonato y así volvió a la principal categoría del futbol español.
Rubén Castro, con este campeonato, consiguió consagrarse como máximo goleador de la historia del equipo superando a Manuel Domínguez con 94 goles. Tras este hito, a Rubén solo le quedaba un objetivo que cumplir, superar a Poli Rincón como máximo goleador de la historia del Real Betis en Primera División.
En su vuelta al equipo verdiblanco, Rubén Castro marcó 19 goles, dejando al Real Betis como décimo clasificado.
Tras ese año, Rubén se marchó al Guizhou Hengfeng de la Superliga China. La operación era una cesión sin opción a compra. Rubén colaboró anotando siete goles y asignando así al equipo chino como octavo clasificado.
Al acabar la cesión el delantero canario, volvió a las ordenes del conjunto verdiblanco que solo pudo anotar un gol ante el Leganés, un gol que serviría para darle la victoria por 3-2.
Con estos magníficos ocho años, anotando 148 en su palmarés como bético, se despide un leyenda.