Con el inicio de una nueva temporada a la vuelta de la esquina, el Málaga, más tarde que pronto, ha comenzado a hacer los deberes. El club blanquiazul es consciente de que es necesaria una renovación del vestuario y tras la llegada de Muñiz (como entrenador) y Caminero (como director deportivo) se han puesto manos a la obra.
Ya se han hecho oficiales varias incorporaciones en las últimas semanas a falta de las muchas salidas que se plantean (y hacen falta) hasta el 31 de agosto. La directiva sabe que tiene mucha trabajo debido a que hay varios jugadores en la puerta de salida que están dificultando la llegada de nuevos fichajes.
El primero en hacerse oficial fue el del marroquí Badr Boulahroud, centrocampista de corte defensivo, con llegada y creador de juego, por unos 600.000 euros el pasado seis de julio. El jugador es del ‘tipo’ Muñiz y su nivel es una incógnita debido a que la ultima temporada la disputó en Marruecos con el FUS de Rabat, dónde quedó cuarto.
La siguiente llegada a Martiricos fue la del portugués Renato Santos que ha llegado procedente del Boavista por 750.000 euros. El portugués llega para reforzar el ataque siendo un extremo con rapidez y desborde y que en la pasada temporada consiguió cinco goles y una asistencia en la Liga NOS.
Para finalizar lo que ha sido hasta el momento el capítulo llegadas, la última incorporación ha sido la del portero Munir Mohand Mohamedi, exjugador del Numancia e internacional con Marruecos (indiscutible en el Mundial de Rusia) que llegó como agente libre tras finalizar su contrato. Un guardameta de garantías y que llega a coste cero para reforzar la portería y suplir la baja de Roberto.
En cuanto a las salidas, hay muchos nombres encima de la mesa como el de Rosales, Ignais Miquel, Koné o el que parece que saldrá seguro, Michael Santos. Ningún nombre importante ha salido hasta ahora de La Rosaleda. Si que lo han hecho jugadores como: Maty, Manu Alemán y Ernestas, todos del filial.
