Los sueños a cumplir por el protagonista de la película de Manuel Martín Cuenca, son algo primordial a tal nivel, que decide cambiar el rumbo de su vida para conseguir lo que siempre ha soñado
Una lucha por una serie de sueños es lo que ha otorgado a El Autor dos goyas y nueve nominaciones a los mismos. La interpretación de Javier Gutiérrez, que da vida a Álvaro, un tipo bastante luchador, ha sido galardonada en repetidas ocasiones. La lucha de Álvaro por escribir una auténtica novela hace que someta su vida a un importante giro. Esto será definitivo cuando su profesor de escritura creativa, interpretado por Antonio de la Torre, le dé un charla un tanto brusca pero inspiradora. Tras las palabras ofensivas de su profesor, Álvaro decide realizar ese cambio para conseguir sus sueños.
Nuevo hogar, abandono de trabajo y una mala experiencia en el amor hacen que Álvaro, con el calor sevillano, empiece a trabajar en su novela. La búsqueda de inspiración para la misma hará que el protagonista se involucre en la vida de sus vecinos, a los que acaba de conocer. Tal es la involucración, que incluso manipula la vida de sus vecinos para conseguir la historia que quiere. Claramente, Álvaro aplica los principios que Maquiavelo defiende: no importan los medios, importa el fin. Esto hace que el personaje represente a una persona egoísta sin escrúpulos que juega con la vida de quien lo rodea.
La caracterización de Álvaro me ha resultado interesante, pues es poco común en las películas encontrarse a este tipo de personajes. Hablamos de un protagonista que no es «bueno», sino que parece una persona luchadora que nos va a dar una lección de superación, cuando en realidad Martín Cuenca, a mi razón, quiere enseñarnos que luchar por nuestros sueños tiene límites y que sobrepasarlos nos puede perjudicar de una manera inimaginable. Entonces, ¿merece la pena luchar?