Mucho se ha hablado de la nueva serie de Netflix, comparando su arrollador diseño y su trama ciberpunk con la legendaria Blade Runner, pero con un estilo propio que os voy a intentar detallar
El origen
Carbono alterado es el nombre de la novela de Richard K. Morgan publicada en el año 2002 y ganadora en 2003 del prestigioso premio Philip K. Dick, la cual se desarrolla quinientos años en el futuro.
Un futuro donde el Protectorado de las Naciones Unidas, controla una serie de planetas extrasolares colonizados por humanos y donde el protagonismo recae en Takeshi Kovacs, antiguo soldado de élite de las Naciones Unidas.
La serie
Respetando la trama de la novela, la serie de diez episodios de duración se centra en el protagonismo de Takeshi Kovacs (Will Yun-Lee) soldado de élite, muerto en violentas circunstancias y reimplantado en la funda del exagente de policía Elyas Ryker (Joel Kinnaman).
El motivo de dicho reimplante, es que debe hacerse cargo de la investigación de un supuesto intento de suicidio de un Mat (abreviatura de Matusalén), Bancroft (James Purefoy), quien él mismo contrata, puesto que sospecha que fue asesinado y quiere averiguar quién lo hizo, el motivo y por qué han borrado los datos referidos a las horas previas al suceso.
Pongamos orden
¿Qué es un reimplante?, ¿borrado de memoria?, ¿Matusalén?, calma, calma, vamos a aclarar un poco el horizonte para que nos demos una idea del universo en el que se mueve la serie.
En el futuro, las personas no mueren, si no que gracias a una pila cortidal, situada en el cuello y que almacena todos nuestros recuerdos y todos los detalles referentes a nuestra personalidad, es posible que cuando llegue nuestro momento, seamos transferidos a otros cuerpos, denominados fundas.
Si se tiene suerte y se es rico, la funda, es idéntica a nuestro propio yo original y se puede vivir eternamente (de ahí lo de la denominación de los ricachones como MATS), pero si eres una persona corriente y no puedes permitirte ese lujo, la funda que te corresponda puede ser cualquiera, eso si se tiene suerte y se consigue una.
Esta desigualdad, hace que los más pobres hagan todo lo posible por conseguir una nueva funda (asesinatos, peleas clandestinas, sexo, todo eso forma parte del universo de la serie).
La serie
Se le ha dado mucha publicidad, se la ha puesto a la altura de Blade Runner y la verdad es que la serie tiene mucho mérito.
No es como la película con la que se le compara, pero sí es un notable producto que tiene su dosis de acción desmadrada, violencia muy explícita y desnudos sin ningún tipo de pudor.
El lenguaje es soez y desvergonzado, con unas notables interpretaciones, especialmente el señor Kinnaman, que presenta un físico intimidante y una arrogancia y chulería a prueba de balas, que en ciertos momentos recoge la esencia de los mejores actioners de los años ochenta y si no, vean el episodio cuatro, donde da una clase magistral de interpretación.
Si bien la parte de misterio les queda algo floja, no es menos cierto que queda solapado por el notable ejercicio de producción y diseño realizado a la hora de recrear el imaginativo mundo futurista donde se desarrolla la acción, sobre todo por Joel Kinnaman, que se erige en el nuevo Cobra del futuro.
https://www.youtube.com/watch?v=7mNjuvHeoZ8&feature=youtu.be
