Tras el parón del All Star, la mayoría de equipos de la liga aún tienen aspiraciones de cara al final de la “Regular Season”. Otros conjuntos, por el contrario, encaran este último tramo de temporada como una preparación para la siguiente . Ante la proximidad del «March Madness», muchas miradas comienzan a posarse sobre los “prospects” que se presentarán al draft del próximo junio. En este artículo analizaremos a los cuatro principales favoritos para copar las primeras plazas del mismo
Durante el Rising Stars Challenge del fin de semana de las estrellas pudimos ver sobre el parquet de Los Ángeles a una colección de jugadores llamados a dominar la liga durante la próxima década. Los Simmons, Mitchell, Tatum, Smith Jr, Kuzma, Markkanen o incluso el polémico Lonzo Ball conforman una de las mejores “camadas” de rookies que se recuerdan en los últimos años. El buen hacer de todos estos jóvenes jugadores parece haber ensombrecido la promoción de una generación que se desarrolla a la sombra de sus predecesores.
Volviendo al Draft de 2018, franquicias como Atlanta Hawks, Phoenix Suns, Orlando Magic, Chicago Bulls, Sacramento Kings o Dallas Mavericks se presentan como las principales candidatas a acoger entre sus filas a los jugadores más destacados del presente curso universitario norteamericano amén del resto de jugadores internacionales que decidan probar suerte en la lotería.
A continuación, pasaré a analizar los que, según mi criterio, son los cuatro jugadores que pelearán el primer puesto del próximo “draft” de 2018:
Deandre Ayton (Arizona Wildcats): El paradigma del “center” moderno
Deandre Ayton en las cercanías del aro. Fuente: http://arizonawildcats.com/
Hace apenas 15 años, los pivots de élite de la NBA estaban caracterizados por unos patrones claramente reconocibles. Abundaban los “cincos” pesados y fuertes que tenían radio de acción reducido casi por completo a la zona.
A lo largo del nuevo milenio, jugadores de más de 7 pies como Dirk Nowitzki, Kevin Garnett o Tim Duncan ejemplifican perfectamente el proceso de conversión de los interiores. Ahora son capaces de jugar lejos de la zona. Pivots “clásicos” como Greg Monroe o Jahlil Okafor han visto como sus cualidades se han visto claramente desfasadas. Porzingis, Towns o Embiid, constituyen ejemplos de interiores que dominan el bote, el tiro o el pase.
En este sentido, el bahameño Deandre Ayton se ha erigido como el último “espécimen” de esta nueva hornada de interiores “híbridos” tan requeridos en el panorama baloncestístico actual. Con tan solo 12 años, Ayton se trasladó a San Diego, tras impresionar su imponente físico a ojeadores norteamericanos que visitaron la academia de Nassau donde comenzaba a formarse. Durante sus años de instituto en San Diego dominó los niveles de formación del baloncesto pre universitario habiendo sido seleccionado para formar parte en los eventos del Nike Hoop Summit (2016), Jordan Brand Classic (2017) además del McDonalds’s All-American (2017). No es de extrañar que fuese considerado el jugador más importante de la clase del 2017 por la prestigiosa ESPN.
Un paso arrollador por la NCAA
En septiembre de 2016 decidió unirse a la universidad de Arizona para jugar a las órdenes de Sean Miller durante el año previo a su salto a la NBA. Su paso por la NCAA hasta el momento está respondiendo a las expectativas creadas con unos promedios cercanos a los 20 puntos, 11 rebotes y casi dos tapones por partido con unos excelentes porcentajes de 61.6% en tiros de campo. El único lunar que se le puede poner a su juego esta temporada sería el tiro de tres. Cuenta con tan solo 32 tiros intentados en toda la temporada y “solo” 11 aciertos.
Ayton es un jugador con un físico privilegiado. Con una altura de 2.16 m y una envergadura de 227cm estamos ante un verdadero prodigio de la naturaleza. Puede correr la pista sin problemas y muestra un gran instinto natural a la hora de capturar rebotes.
Como se ha mencionado anteriormente, se trata de un jugador que puede tirar tanto de media como de larga distancia sin problemas. En las cercanías del aro su juego alcanza una mayor productividad merced a su físico, interpretación del pick and roll y, sobretodo, recursos ofensivos tanto de cara como de espaldas a canasta. Todas estas armas convierten a Ayton en el principal favorito para alzarse como número 1 del próximo draft.
Marvin Bagley III (Duke Blue Devils): El último fenómeno de la fábrica de “Blue Devil”
Marvin Bagley III. Fuente: http://www.goduke.com/
Marvin Bagley debía haber permanecido en el instituto esta temporada puesto que inicialmente pertenecía a la clase del 2018. A pesar de esto, decidió reclasificarse a la clase anterior con el objetivo presentarse al draft que se celebrará a finales de este curso. A Bagley no parece penalizarle el hecho de ser un año menor que la mayoría de “freshman” con los que compite. En consecuencia, ha liderado la universidad de Duke hasta el “March Madness”. Acredita unos espectaculares promedios de 21,1 puntos y 11,5 rebotes por partido con unos porcentajes de tiro de un 60%.
Hablar de Bagley es hablar de uno de los “prospects” más completos de los últimos años. Nos encontramos ante un interior zurdo que puede jugar tanto de Ala-Pivot (su posición natural), como de pivot. Bagley está dotado de un físico privilegiado puesto que, a pesar de sus 211 cm, no tiene problemas de movilidad ni atletismo. Su potencia facilita su juego por encima del aro.
Asimismo, destaca por tener varios recursos en las cercanías de la zona. En este sentido, destacan tanto su velocidad como su facilidad de posteo sobre jugadores inferiores físicamente. Bagley, además, es capaz de tirar tanto de media como de larga distancia. Las comparaciones con jugadores como Kevin Garnett nos permiten hacernos una idea del jugador del que estamos hablando.
No todo podían ser luces
Con respecto a sus “debilidades”, la estrella de Duke es ya un jugador bastante pulido pero tiene margen de mejora en el apartado defensivo. En este costado de la cancha aún no es capaz de explotar su imponente físico debido a su falta de IQ. En cuanto al costado ofensivo, debe desarrollar aún un juego de espaldas a canasta consolidado. Actualmente, su efectividad cerca del aro se basa únicamente en su tremenda potencia y su juego de cara a canasta. Donde más tiene que mejorar es en el tiro, faceta en la que se muestra muy inconsistente.
A pesar de sus «supuestas» debilidades, Bagley ya cuenta con un gran número de reconocimientos y distinciones individuales. Esta temporada ha sido nombrado “rookie” y mejor jugador de la ACC . El año pasado fue incluido en el primer equipo del ALL-USA Today cuando aún jugaba para el instituto Sierra Canyon (California). No cabe duda de que Bagley será uno de los primeros elegidos en la próxima lotería. Parece una apuesta de muy poco riesgo para cualquiera de los equipos que aspiran a obtener una elección alta.
Luka Doncic (Real Madrid): El prodigio de Liubliana a la conquista de Estados Unidos
Luka Doncic ante Bradley Wannamaker. Fuente: https://www.realmadrid.com/baloncesto
Wolfgang Amadeus Mozart compuso su primera sinfonía a los 8 años, a los 15 Pablo Picasso expuso en Barcelona su primera gran pintura de aceite, “Bobby” Fischer ganó el campeonato mundial de ajedrez a los 14 años… los niños prodigio siempre han dejado su huella en la historia de una forma imborrable. En este sentido, Luka Doncic no parece ser la excepción.
Todo empezó en abril del año 2012. Por aquel entonces se disputaba el torneo Lido di Roma y Luka formaba parte de las categorías inferiores del Union Ulimpija. El “angelito” se destapó en este torneo anotando 41 puntos en la semifinal y un espectacular triple doble de 54 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias en la gran final. Los «grandes» de Europa se interesaron entonces por el fenómeno esloveno. Finalmente, fue el Real Madrid quien se acabó llevando el gato al agua. El resto ya es historia.
Desde 2012, la progresión de Doncic ha sido meteórica. Dos veces incluido en el mejor quinteto de jóvenes de la Liga Endesa, mejor jugador joven de la Euroliga en 2017, incluido en el mejor quinteto del EuroBasket 2017… amén de los títulos conseguidos en todos estos años tanto con el Real Madrid como con su selección.
El jugador total
Hablar de Doncic hoy en día es hablar posiblemente del mejor jugador de Europa. Nos encontramos ante uno de los grandes aspirantes número a 1 del Draft de 2018. Se trata de un jugador total, que puede ocupar sin problemas las tres posiciones exteriores. En el costado ofensivo, la cantidad de recursos que posee le hacen dominar el juego desde sus 203 cm. Estamos ante un jugador con una inteligencia baloncestística fuera de lo común.
Su principal virtud es su clarividencia para interpretar las distintas situaciones de partido. No es un anotador nato pero puede cargar con el peso ofensivo de su equipo sin problemas. Para esto, se vale de su depurada técnica individual y de un cada vez más consolidado manejo de balón. Sus números en Euroliga son estelares para el baloncesto europeo: 17 puntos, 5 rebotes, casi 5 asistencias y 23 puntos de valoración y justifican las descomunales expectativas que se han generado en torno a su figura.
Problemas en el paraíso
Es en defensa donde su juego presenta más lagunas. En este sentido, es un jugador que, debido a sus dimensiones, es demasiado lento para defender a jugadores más “bajitos”. En la defensa a jugadores de talla similar también tiene dificultades ya que no tiene un buen desplazamiento lateral ni es capaz de aguantar las envestidas de jugadores más corpulentos. Los más críticos con su juego alegan que es un jugador que no rinde a su nivel habitual en las grandes citas. Del mismo modo, hay que destacar sus problemas con el tiro de tres. Este año maneja unos malos porcentajes del 29 y 32,6% en Liga Endesa y Euroliga respectivamente.
Actualmente, Doncic atraviesa su peor momento de la temporada. Ha llegado incluso a ser relegado al banquillo en los instantes decisivos de algunos encuentros. Este hecho le ha hecho perder cierto valor en las predicciones en las últimas semanas. No obstante, Luka Doncic es el proyecto de jugador más importante que ha surgido en Europa desde hace casi 20 años.
Sobre sus hombros pesa una presión que no todos los adolescentes de su edad son capaces de soportar. Doncic no llegará a la NBA siendo un desconocido como la mayoría de los jugadores europeos. Aterrizará en la liga con la vitola del “heredero de Petrovic” y el aval de una amplia hoja de servicios en el baloncesto europeo. Su techo lo marcará la medida en que su cabeza sea capaz de gestionar su enorme talento.
Michael Porter Jr: Un invitado de última hora se une a la fiesta
Michael Porter Jr. Fuente: NBA.com
Nadie esperaba que Michael Porter Jr pudiera estar en la conversación por el número uno a estas alturas de competición. Este hecho no no se debe a que fuera inferior a sus oponentes sino a que durante el primer partido oficial que disputaba con el equipo de su universidad, los Missouri Tigers, causaba baja para toda la temporada. Hasta entonces era el principal favorito para encabezar la lotería del próximo junio.
De todos los jugadores analizados en el artículo, Porter Jr es probablemente el más pulido. A priori, es quien aportaría un mayor rendimiento inmediato a cualquier equipo de la NBA.
Su paso por las categorías de formación del baloncesto norteamericano ha sido abrumador. Ha recibido multitud de condecoraciones entre las que destacan sus inclusiones en eventos como el McDonad’s All-American, el Jordan Brand Classic o el Nike Hoop Summit en 2017 y distinciones como Mr Basketball USA (2017), Gatorade National Basketball Player of the Year (2017) o Naismith Prep Player of the Year (2017).
Lo «vintage» vuelve a estar de moda
Si los jugadores anteriores representaban el prototipo de jugador total del baloncesto más moderno, la estrella de los Tigers constituye la antítesis a todos ellos. Porter Jr es un jugador de corte clásico, elegante y especialista en el tiro, tanto de media como de larga distancia. Su elevada estatura (2,08 m) le permite intercambiar las posiciones de alero y de «cuatro» sin ningún problema. No puede desempeñar tantas funciones como Bagley III, Doncic o Ayton pero parece estar mucho más definido como jugador. Sus principales armas ofensivas son:
- Su físico, ya que es mucho más alto y atlético que la mayoría de aleros con los que se empareja y más ágil y rápido que los interiores a los que se enfrenta cuando juega como ala-pivot.
- Su tiro (quizás su especialidad), en el que basa gran parte de su juego. Así, muestra un gran acierto desde todas las posiciones de la cancha. Esto se debe principalmente a una mecánica académica y a la potencia de salto de sus piernas.
Además de todo esto, a lo largo de su trayectoria ha demostrado un buen instinto para el rebote. Se le compara con otros grandes anotadores como Paul George, George Gervin, Danilo Gallinari o Danny Granger.
El «March Madness», oportunidad para reivindicarse
Entre sus flaquezas podríamos destacar que su manejo de balón es bastante básico, aunque ha mejorado en los últimos años. Normalmente es más resolutivo generándose sus propios lanzamientos que como tirador en «catch and shoot». A pesar de que es un correcto defensor, no muestra un excesivo espíritu competitivo en este apartado del juego. Asímismo, peca de tomar decisiones precipitadas al final de los partidos y de abusar de su tiro en determinadas ocasiones.
Contra todo pronóstico, ha vuelto a las cachas esta temporada y jugará el «March Madness». Dado que apenas ha jugado dos partidos oficiales, su papel en esta competición determinará el lugar en que es escogido en la lotería.
